La
limpieza
Los
primeros intentos de extinguir el reactor ardiente implicaron bomberos que
vertieron agua fría en el reactor, y cesaron después de 10 horas. Del 27 de
abril al 5 de mayo, más de 30 helicópteros militares volaron sobre el reactor
ardiente. Dejaron caer 2400 toneladas de plomo y 1800 toneladas de arena para
tratar de sofocar el fuego y absorber la radiación.
Estos
esfuerzos también fracasaron. De hecho hicieron la situación peor: el calor se
acumuló bajo los materiales vertidos. La temperatura en el reactor se elevó
otra vez, junto con la cantidad de radiación que surgió de ellos. En la fase
final de la lucha contra el fuego, el corazón del reactor fue refrescado con
nitrógeno. Fue hasta el 6 de mayo que el fuego y las emisiones radiactivas
fueron controlados.
A
pesar de los peligros obvios, la respuesta al desastre necesitaba gente. No
sólo algunos sino miles de personas cuyas vidas y salud fueron sacrificadas en
tentativas vanas para contener el desastre. Esta gente fue llamada
'liquidadores'.
Los
600 bomberos de la planta y el equipo de operaciones fueron el grupo irradiado
con mayor severidad. En este grupo 130 hombres fueron irradiados con dosis
equivalentes a 650 años del límite anual de radiación. Miles de militares y
otros trabajadores fueron asignados para mover el material mortalmente
radiactivo con poca o ninguna protección.
31
trabajadores murieron poco después. Un total de entre 600,000 y 800,000 hombres
estuvo implicado en las operaciones de limpieza en Chernobyl hasta 1989. De
estos hombres, 300,000 recibieron dosis de radiación de 500 veces el límite
para el público durante un año. Hoy, los que aún sobreviven todavía sufren del
daño a su salud.
Cuántos
de ellos han muerto hasta ahora por el desastre, es una pregunta polémica.
Según agencias del gobierno en los tres antiguos Estados Soviéticos afectados,
cerca de 25,000 “liquidadores” han muerto hasta ahora. Las estimaciones
proporcionadas por las asociaciones de liquidadores en los tres países son muy
superiores a las cifras oficiales. El Reporte del Foro de Chernobyl en 2005,
por otra parte, atribuye un número mucho menor de muertes de liquidadores al
desastre del reactor.
Estas
discrepancias en números son debidas a métodos diferentes de evaluación.
También las estadísticas de liquidadores (número de muertes y cantidad de
radiación recibida) fueron deformadas por las autoridades soviéticas, de modo
que los números definitivos podrían nunca ser conocidos.
¿El
fin del desastre?
El
22 de diciembre de 1988, los científicos soviéticos anunciaron que el sarcófago
que ahora encierra el reactor fue diseñado para una vida de sólo 20 a 30 años.
Tres
años después del accidente nuclear, el gobierno soviético detuvo la
construcción de las unidades de reactor quinta y sexta del complejo nuclear de
Chernobyl. Después de negociaciones internacionales prolongadas, el complejo
entero fue cerrado el 12 de diciembre de 2000, 14 años después del accidente.
¿Qué
es el sarcófago?
Después
de la explosión, un “sarcófago” (cubierta) de concreto fue construido alrededor
del reactor dañado no. 4. Este sarcófago encierra el reactor nuclear dañado y
fue diseñado para detener la liberación de mayor radiación a la atmósfera. La
primera tarea para contener el reactor destruido fue construir una “losa de
refrigeración” bajo el reactor para evitar que el combustible del reactor, aún
caliente, hiciera un hoyo en la base. Se designaron mineros de carbón para
cavar este túnel bajo el reactor y para el 24 de junio, cuatrocientos mineros
de carbón habían construido el túnel de 168 m de largo, bajo el reactor.
Para
noviembre de 1986, el sarcófago conteniendo al reactor fue completado usando
más de 7,000 toneladas de hierro y 410,000 m3 de concreto.
El
sarcófago fue diseñado con una vida útil de sólo 20 a 30 años. El mayor
problema es la falta de estabilidad: fue construido con prisa, y la corrosión
de los soportes amenaza la integridad de toda la estructura. El agua se está
filtrando del sarcófago por hoyos en el techo, se contamina con radiación y
luego escurre hasta el piso del reactor hacia el subsuelo.
Los
científicos predicen que la próxima catástrofe nuclear de la escala de
Chernobyl será en el propio Chernobyl, debido al estado frágil de su escudo
protector.
No
hay certeza de cuánto combustible queda dentro del reactor, pero la mayoría de
las estimaciones consideran más del 95 por ciento de su contenido original.
Dentro del sarcófago también hay miles de metros cúbicos de residuo nuclear
creado por fragmentos del edificio destruido del reactor y suelo contaminado
que también fue vertido dentro del sarcófago.
La
limpieza
Los
primeros intentos de extinguir el reactor ardiente implicaron bomberos que
vertieron agua fría en el reactor, y cesaron después de 10 horas. Del 27 de
abril al 5 de mayo, más de 30 helicópteros militares volaron sobre el reactor
ardiente. Dejaron caer 2400 toneladas de plomo y 1800 toneladas de arena para
tratar de sofocar el fuego y absorber la radiación.
Estos
esfuerzos también fracasaron. De hecho hicieron la situación peor: el calor se
acumuló bajo los materiales vertidos. La temperatura en el reactor se elevó
otra vez, junto con la cantidad de radiación que surgió de ellos. En la fase
final de la lucha contra el fuego, el corazón del reactor fue refrescado con
nitrógeno. Fue hasta el 6 de mayo que el fuego y las emisiones radiactivas
fueron controlados.
A
pesar de los peligros obvios, la respuesta al desastre necesitaba gente. No
sólo algunos sino miles de personas cuyas vidas y salud fueron sacrificadas en
tentativas vanas para contener el desastre. Esta gente fue llamada
'liquidadores'.
Los
600 bomberos de la planta y el equipo de operaciones fueron el grupo irradiado
con mayor severidad. En este grupo 130 hombres fueron irradiados con dosis
equivalentes a 650 años del límite anual de radiación. Miles de militares y
otros trabajadores fueron asignados para mover el material mortalmente
radiactivo con poca o ninguna protección.
31
trabajadores murieron poco después. Un total de entre 600,000 y 800,000 hombres
estuvo implicado en las operaciones de limpieza en Chernobyl hasta 1989. De
estos hombres, 300,000 recibieron dosis de radiación de 500 veces el límite
para el público durante un año. Hoy, los que aún sobreviven todavía sufren del
daño a su salud.
Cuántos
de ellos han muerto hasta ahora por el desastre, es una pregunta polémica.
Según agencias del gobierno en los tres antiguos Estados Soviéticos afectados,
cerca de 25,000 “liquidadores” han muerto hasta ahora. Las estimaciones
proporcionadas por las asociaciones de liquidadores en los tres países son muy
superiores a las cifras oficiales. El Reporte del Foro de Chernobyl en 2005,
por otra parte, atribuye un número mucho menor de muertes de liquidadores al
desastre del reactor.
Estas
discrepancias en números son debidas a métodos diferentes de evaluación.
También las estadísticas de liquidadores (número de muertes y cantidad de
radiación recibida) fueron deformadas por las autoridades soviéticas, de modo
que los números definitivos podrían nunca ser conocidos.
¿El
fin del desastre?
El
22 de diciembre de 1988, los científicos soviéticos anunciaron que el sarcófago
que ahora encierra el reactor fue diseñado para una vida de sólo 20 a 30 años.
Tres
años después del accidente nuclear, el gobierno soviético detuvo la
construcción de las unidades de reactor quinta y sexta del complejo nuclear de
Chernobyl. Después de negociaciones internacionales prolongadas, el complejo
entero fue cerrado el 12 de diciembre de 2000, 14 años después del accidente.
¿Qué
es el sarcófago?
Después
de la explosión, un “sarcófago” (cubierta) de concreto fue construido alrededor
del reactor dañado no. 4. Este sarcófago encierra el reactor nuclear dañado y
fue diseñado para detener la liberación de mayor radiación a la atmósfera. La
primera tarea para contener el reactor destruido fue construir una “losa de
refrigeración” bajo el reactor para evitar que el combustible del reactor, aún
caliente, hiciera un hoyo en la base. Se designaron mineros de carbón para
cavar este túnel bajo el reactor y para el 24 de junio, cuatrocientos mineros
de carbón habían construido el túnel de 168 m de largo, bajo el reactor.
Para
noviembre de 1986, el sarcófago conteniendo al reactor fue completado usando
más de 7,000 toneladas de hierro y 410,000 m3 de concreto.
El
sarcófago fue diseñado con una vida útil de sólo 20 a 30 años. El mayor
problema es la falta de estabilidad: fue construido con prisa, y la corrosión
de los soportes amenaza la integridad de toda la estructura. El agua se está
filtrando del sarcófago por hoyos en el techo, se contamina con radiación y
luego escurre hasta el piso del reactor hacia el subsuelo.
Los
científicos predicen que la próxima catástrofe nuclear de la escala de
Chernobyl será en el propio Chernobyl, debido al estado frágil de su escudo
protector.
No
hay certeza de cuánto combustible queda dentro del reactor, pero la mayoría de
las estimaciones consideran más del 95 por ciento de su contenido original.
Dentro del sarcófago también hay miles de metros cúbicos de residuo nuclear
creado por fragmentos del edificio destruido del reactor y suelo contaminado
que también fue vertido dentro del sarcófago.
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